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El fruto que Dios desea en nosotros

En Juan 12:24 dice: De cierto, de cierto te digo, que, si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. 

Para darle ese fruto a Dios el trigo tiene que ser sembrado en tierra, para que dé el fruto que Dios desea en nosotros aquí en la tierra.  Él busca frutos en nosotros como un testimonio de que él habita en nosotros como hijos de Dios.  Es una actitud en donde el hombre y la mujer cambia su forma de pensar y la actitud que desea tener en su diario vivir, disponiendo su corazón en amar la palabra de Dios y poniéndola en la práctica cada día, así es como vamos muriendo a nuestros deseos personales que combaten con nuestra alma, a los afanes de la vida y a las preocupaciones que el mundo nos presenta cada día. 

Hay recompensa en tu vida al morir para el mundo y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios.  El morir demanda de ti más entrega, más compromiso y más sacrificio; pero el Señor dijo que enviaría al Consolador para ayudarnos todos los días de nuestra vida y por eso invitemos al Espíritu Santo para que nos ayude a subyugar esas obras de la carne, que cada día quieren llevarte a que dejes tu cruz y no vayas en pos de morir al yo interno que representa el alma y sus deseos.

Hay una lucha, no retrocedas ante esto, no mengües, al contrario, ¡da lo mejor de ti! 

Josué 1:9 dice, mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes porque Jehová tu Dios está contigo donde quiera que vayas. 

Ese sacrificio que haces hoy provocará un movimiento de fe que te impulsará con más fuerza.  Ese sacrificio que haces hoy autoriza a Dios a darte mayor respaldo por la obediencia, te traerá salvación para que alcances victorias en tus desafíos cuando el corazón se decide a morir para el mundo y vivir para Dios. ¡Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece!  Bendiciones.

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Babel, la confusión del habla

El problema de hoy, como el de Babel, hablamos el mismo idioma, pero no nos entendemos. Desde el tiempo de Babel hay un juicio de confusión, la falta de una buena comunicación afecta todas las áreas de la humanidad. Uno de los problemas por los que puede estar atravesando un cristiano es el hecho de poder hablar con todos, pero el de haber dejado de tener comunicación con Dios. La comunicación con Dios es algo que debemos considerar como básico en nuestra vida cristiana, recordemos Dios es Espíritu y su lenguaje es espiritual.

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La Mansedumbre es una característica de los Reyes.

Bienaventurados los mansos (humildes), pues ellos heredarán la tierra.  Personas con mansedumbre, humildad, apacibles, pacíficas, gentiles.  Hoy en día vivimos tiempos difíciles, no solo porque la escritura lo dice, sino porque la violencia ha sido entronizada en muchas mentes, gracias a la influencia de los medios de comunicación social y a las producciones cinematográficas que están llenas de ira, odio, sexo y violencia; son pocas y contadas las producciones actuales que presentan un mensaje sano y estimulador con un enfoque a buscar la convivencia tranquila en esta sociedad convulsionada.

Nuestra cultura en las grandes ciudades está caracterizada por aspectos de violencia en todas las áreas, nadie se deja de nadie, todos buscan prevalecer a cualquier causa y virtudes como la mansedumbre y la humildad no se ven muy constantemente; sin embargo, en la cultura del Reino de Dios esto es muy importante ya que el mismo Señor nos indica en Mateo 11:29:  Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas.

Nosotros los seguidores del Señor, debemos marcar disposición a tomar el yudo de Cristo, aprender de él, su mansedumbre y humildad, a pesar de quien es nuestro Señor, lo que sabía, el conocimiento que tenía de las cosas no solo terrenales sino también celestiales; las cosas que podía hacer que nadie más ha realizado en la tierra, su manera de ser mansa y humilde, que diferente a nosotros, muchas veces por saber o poder realizar algo nos llenamos de orgullo y altivez, nos vanagloriamos y somos arrogantes, y tristemente el resultado es que nuestra alma no tiene descanso, estamos inquietos, desesperados, afligidos.

En el reino de los cielos la mansedumbre es una característica de los reyes. Mateo 21:5 dice, Decid a la hija de Sion:  He aquí ti Rey viene a ti, manso y sentado sobre una asna, y sobre un pollino, hijo de animal de yugo.  Qué maravilloso sería que los sabios, los millonarios, los poderosos, tuvieran esta actitud; somos peregrinos en esta tierra y nuestro destino eterno es el reino de Dios, allí esta actitud está presente no solo en el Rey, sino también en sus colaboradores y súbditos.

Por su naturaleza femenina, a la mujer le gusta arreglarse, adornarse y verse bien.  ¿Cuál será el adorno que se usa en el cielo?  El oro se utiliza como asfalto, las perlas como puertas, las piedras preciosas como cimientos de la ciudad, según la Biblia; entonces, ¿cómo se adornan allá?  Las cosas que son desechadas por las personas en la tierra son el verdadero adorno como dice 1a. Pedro 3:1-5, este adorno declara la palabra es incorruptible, una conducta casta y respetuosa, un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios.

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